viernes, 8 de febrero de 2013

Emlyn Hughes

En el mundo de los videojuegos, los últimos años de los 80 fue una época en que el éxito de los juegos de fútbol no se limitaba, como actualmente, a la puntual victoria en la monótona disputa anual entre FIFA vs PES. Existía realmente una voluntad innovadora, una necesidad de aportar algo diferente. Por la obvia escasez de referencias anteriores, la producción de estos juegos no consistía únicamente en imitar inexistentes éxitos pasados. Cada juego era diferente pero, salvo maravillas puntuales como la saga Match Day de Ocean, o Super Soccer (un juego por el que sufrí lo indecible para conseguir que cargara en una cinta que compartía, recuerdo, con el juego del Inspector Gadget), ninguno alcanzó un puesto destacado en la lista de ventas salvo los apadrinados por estrellas del deporte rey.

Ese dudoso honor se lo concedemos a bodrios patrios patrocinados por Emilio Butragueño o Míchel. Juegos que no fueron otra cosa que mediocres conversiones de productos anglosajones que sí atesoraban calidad. A pesar de que, reconozco, al Butragueño dediqué demasiadas horas en los Amstrad CPC6128, con pantalla verde, de las clases de informática aún en EGB, el juego resultaba monótono, carente de opciones y burda copia traicionera del Tehkan World Cup.

En nuestro querido y limitado Spectrum, hasta la aparición del juego que nos ocupa, el trono lo ocupaba Match Day 2, programado por los míticos Jon 'Head' Ritman y Bernie 'Heels' Drummond. A continuación ofrezco un vídeo de la primera parte, con la entrada de los jugadores al césped al son de una melodía a mi (estrafalario) juicio mejor que la del "When the saints go marching in" del MD2:


Distinguíamos al jugador que manejábamos por el color de las medias. Sencillamente maravilloso.

Para muchos, Match Day 2 fue el mejor juego de fútbol para los ordenadores de 8 bits. Yo podría estar de acuerdo si no hubiera conocido el Emlyn Hughes International Soccer, de Audiogenic.
Para elaborar el vídeo que veremos pasados unos párrafos, improvisé una partida con finalidad exclusivamente documental. Sin embargo, a pesar de ser constantemente torpedeada por las deficiencias del emulador, la experiencia fue gratamente divertida. Lo mejor que le puede pasar a un videojuego es dejar al usuario con ganas de seguir jugando y éste, a su manera, lo consiguió.

En la década de los 90 suspirábamos estérilmente por un juego que combinara las virtudes del PC Fútbol con las del FIFA. El primero era un gran "manager", nos permitía controlar las competiciones y las plantillas a nuestro antojo, pero el juego en sí, ya en el césped, dejaba muchísimo que desear. En cambio la saga FIFA era todo lo contrario. Magnífico dentro del terreno de juego pero paupérrimo en las opciones. La frustración por no poder combinar los dos estilos era enorme. El juego perfecto era evidente pero terriblemente inaccesible.

Con sus limitaciones, Emlyn Hughes International Soccer se acercaba a esta panacea. Dentro del campo era un juego soberbio, con elementos que ahora nos parecen cotidianos pero que hasta entonces suponían un auténtico Everest para los programadores; como los once jugadores por equipo sobre el césped (Match Day 2 tenía 6), o mostrar el nombre del jugador que controla el usuario. Los controles eran sencillos; podías jugar individualmente o realizar diabólicas triangulaciones con los compañeros, disparar a puerta en varias direcciones... Alguna pega, perdonable, era la escasez de variantes tácticas (todos los equipos jugaban con un 3-4-3 que, a mí, como buen cruyffista, me gusta) o el escaqueo de algunos jugadores, desapareciendo en posiciones de contraataque de donde se suponía que deberían estar.


Fuera del campo la cosa mejoraba aún más. Cierto es que sólo había 8 equipos (era un Spectrum, teníamos unas miserables 48k!!), pero todos los datos eran editables, desde el nombre del equipo, de los jugadores, hasta sus características (velocidad, defensa y ataque). Si tenías paciencia (menos que la que necesitas en el Pro Evolution Soccer), te podías montar ligas, copas y temporadas (liga + copa) realmente apasionantes. Incluso había hasta diez niveles de dificultad.

En resumen, un juego muy recomendable, de hace más de 20 años que, si encontramos un emulador decente, es jugable hasta hoy en día. El mejor juego de fútbol para 8 bits. El Match Point del fútbol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario