martes, 30 de diciembre de 2014

Dobles


Seguro que alguna vez os han dicho que os parecéis a alguien. A algún personaje famoso o a algún conocido de vuestro entorno de frágil reputación. O habéis sido vosotros mismos los que os habéis sentido identificados con el físico de otra persona, muy a vuestro pesar. Porque vosotros sois, u os sentís, únicos e irrepetibles.

Os imagináis que pasaría si cada día os pareciérais a alguien distinto? Sin perder vuestra esencia, sin dejar de ser reconocibles sin dificultad por las personas que os conocen, pero cambiando de doble a diario. Aquél al que os parecíais ayer, hoy es la noche de vuestro día. En cambio mañana os pareceréis como dos gotas de agua a vuestra antítesis de hoy.

No sería un problema de falta de agudeza visual. Los gestos, la voz, la actitud, incluso el olor, serían idénticos con vuestro doble de cada día. Ni tampoco sería una cuestión subjetiva, pues vuestro entorno, como perversos espectadores, contemplarían atónitos y complacidos el insólito parecido entre vosotros y vuestros dobles. Un parecido en el que hasta hoy no habían reparado y que mañana les parecerá un sinsentido.

La mayoría de veces no os cruzaríais con vuestro doble, así que raramente seríais conscientes de este fenómeno. Además, la incomodidad del encuentro provocaría un rechazo a la posibilidad de repetirlo, al no ser conscientes de que en el próximo cruce de miradas la semejanza de atributos se vería seriamente reducida. A nadie le gusta mirarse en un espejo orgánico, con huesos, músculos y un corte de pelo de cinco dólares.

Y qué pensarían vuestros dobles? También ellos os verían como un "doble del día"? Una vez pasado el "día del doble con X", esta jornada no volverá a repetirse? Influiría la raza y el género? Y el mal rato que pasaríais si un día especialmente comprometido -un juicio, un partido de fútbol o una comida de empresa-, os "toca" como doble alguien totalmente opuesto a vuestra ideología?

Planteamos este caso como hipótesis, como una posibilidad muy remota y de bajísima probabilidad. Pero eso no significa que no pueda suceder. Así que, sí algún día tenéis bajas las defensas y creéis que os parecéis a alguien que no os cae especialmente bien, no os preocupéis. Mañana será otro día.

Y tendréis otro doble.