sábado, 15 de junio de 2013

Kurbis City

En Kurbis City la corrupción ha superado los límites que impuso la diosa Ética en el momento de su Ilustre Fundación. La influencia de los principales magnates de la ciudad sobre las decisiones políticas ha generado unas desigualdades sociales propias del Medievo y unas tasas de desempleo estratosféricas. La autoridad policial es incapaz de contener los saqueos y los actos vandálicos de una ciudadanía cada vez más desesperada.

Uno de estos ciudadanos con un futuro perfumado de catástrofe es John Sapristi. Ex-guionista de concursos de televisión y ocasional colaborador de la policía, cuando ésta no retozaba en los pantanos de la corrupción, ha decidido utilizar su bien más preciado pero menos valorado, su tiempo, ahora circunstancialmente libre, en la búsqueda de una solución a este regocijo de pocos y problema de muchos en que se ha convertido la sociedad kurbitiana. Cuarenta y pocos años, alérgico a los caracoles y orgulloso de su atuendo más característico -unas gafas de sol con un solo cristal en funcionamiento-, entre sus aspiraciones no obstante no figura la pretensión de convertirse en héroe.

La aversión a los gasterópodos era compartida con la que sentía por el membrillo, herencia de la devoción que sentía por él su ex-mujer Melissa, quien casi idolatraba este enigmático manjar. Fue sin duda un momento de morbosa debilidad en el supermercado el que le impulsó a escrutar el envase de aquel maléfico producto. Distraídamente advirtió que detrás de aquella materia demoníaca se escondía uno de los personajes más influyentes de Kurbis City, nada menos que Ronaldo Citrix. Célebre por ofrecer interesadamente su imagen a la publicidad de la mayoría de productos de su engranaje empresarial, era un candidato perfecto a una investigación con la que John Sapristi podía matar su tiempo.

Tras este descubrimiento, Sapristi, investigando en los Bajos Fondos y pagando por la información su oxidado anillo de boda y un pack de seis cervezas BuchHalter, ha averiguado que el presuntamente inocente membrillo está detrás de gran parte de los turbios negocios que circulan por Kurbis City. Además, como propina, un pseudónimo ha llegado a sus oídos: el Yunque...

[Continuará]